domingo, 2 de septiembre de 2018

Primeras impresiones

Es difícil estar embarazada por primera vez. La verdad uno está llena de incertidumbre por lo que vendrá.

Estoy escribiendo este blog para todos aquellos, que como yo, se sienten abrumadas/os ante este nuevo rol que estamos a punto de realizar. El cuidar de alguien, a parte de uno mismo, es difícil. Por lo menos a mi me abruma la posibilidad de hacerlo mal. Mis desiciones, solo me involucraban a mi y a mi esposo, por lo cual las consecuencias de mis actos solo me afectaban a mi (y probablemente a él también). Pero ahora, pensar que lo que haga o diga tendrá un efecto en alguien más es algo terrible.

Si bien he leído en muchos lados lo maravilloso de la maternidad, también he leído comentarios del lado B de los embarazos. También he visto como muchas personas se creen dueños de la verdad juzgando a otras por opinar sobre distintas realidades. Hey! todos vivimos esto diferente pero no por esto significa que se ame menos lo que viene.

Amiga no te sientas sola, mi primer trimestre fue del terror. Las nauseas y vómitos fueron una constante. Vivía constantemente con molestias y ganas de vomitar. Vomitaba día y noche sin distinción. Las "nauseas matutinas" me daban en la noche, que eran las peores. No podía comer ni tomar nada, por que nada lo toleraba.

En el segundo trimestre pasaron esas molestias pero se instaló la rinitis del embarazo. Es una condición que le da a muy pocas embarazadas, y claro me dió a mi, lo que ha echo que viva en una constante sensación de no poder respirar y que viva pegada a mi cajita incondicional de pañuelos.

Obviamente no todo son cosas malas, también hay cosas maravillosas, como sentir esas pataditas de mucho amor dentro de uno y el ver crecer tu pancita día a día. Son cosas que obviamente superan las cosas malas, pero quería comentarlas porque quizás existe alguien por ahí que se sienta sola pasando todas estas situaciones.

Hoy me encuentro comenzando el tercer trimestre, vienen muchas cosas por delante, buenas y no tan buenas. Quizás más adelante se puedan empezar a contar. Mientras tanto, estamos esperando a la pequeña con los brazos abiertos y el corazón llenito de amor.